La vacuna Mosquirix, que produce GlaxoSmithKline, tiene el potencial de evitar millones de casos de malaria en bebés y niños pequeños en África por AGENCIAS imagen: SHUTTERSTOCK LUNES 14 DE DICIEMBRE DE 2015 Ver también Malaria debilitadaLa vacunación reduce la muerte súbita del lactante¿Vacunar o no vacunar? La primera vacuna mundial contra la malaria, la más avanzada que existe hasta ahora, es en efecto muy prometedora pero debería ser usada de forma experimental antes de ser aplicada a gran escala, dada su limitada eficacia, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un panel de expertos recomendó realizar las pruebas piloto en ciertas zonas de África subsahariana. La vacuna Mosquirix, que produce GlaxoSmithKline, tiene el potencial de evitar millones de casos de malaria en bebés y niños pequeños en África que están en riesgo de ser infectados con la mortal enfermedad transmitida por mosquitos. No obstante, es menos efectiva que las vacunas que combaten otras enfermedades. Jon Abramson, jefe del Grupo de Expertos de Recomendaciones Estratégicas de la OMS, o SAGE (por sus siglas en inglés), aconsejó que se realicen entre tres y cinco proyectos de prueba en niños antes de aplicar una vacunación a gran escala. Estos proyectos posiblemente tomarían entre tres y cinco años en ser aplicados y podrían involucrar a cerca de 1 millón de niños, añadió. SAGE no recomendó el uso de Mosquirix, o RTS,S, en bebés pequeños. Los expertos del panel se mostraron particularmente preocupados de que sea necesario aplicar cuatro dosis de la vacuna para garantizar su óptima eficacia porque podría ser problemático someter a los niños a múltiples inyecciones. «Si no podemos administrar cuatro dosis de esta vacuna a niños, entonces no la vamos a usar», dijo Abramson. «Lo que recomendamos es que antes de aplicar masivamente esta vacuna – y no la usaríamos necesariamente en un área de incidencia baja, sino en áreas de incidencia media o alta – estemos seguro de que podremos administrar las cuatro dosis», añadió. La primera dosis deberá ser dada a niños de entre cinco y 17 meses, y determinar sus efectos protectores, para saber así si se puede administrar en los programas normales de vacunación. «En esas zonas de África, el asesino número uno de los niños es el paludismo», reafirmó a los periodistas el profesor Abramson. Mosquirix es la vacuna clínicamente más avanzada contra esta enfermedad, provocada por un parásito (Plasmodium falciparum) transmitido por los mosquitos, que afecta cada año a 200 millones de personas, y provoca 600.000 muertos, tres cuartas partes de estos niños de menos de cinco años. En abril, la revista médica The Lancet publicó los resultados de un estudio que se extendió durante varios años en el que participaron 15.500 niños en siete países. La investigación tuvo resultados dispares. Solo un tercio de los niños que recibieron la vacuna estuvieron protegidos durante el tiempo en el que duró la prueba, de allí que la Organización Médicos Sin Frontera (MSF) pidiera cautela. «Dadas las características de la vacuna en términos de eficacia, seguridad y sus muy limitadas condiciones de uso, MSF no usará la vacuna», explicó la organización en un comunicado. La organización señaló que los lugares donde hay más contagios de malaria tienen tasas de vacunación más bajas y sistemas de salud más débiles, lo que hace muy difícil que un niño pueda recibir cuatro dosis. Abramson advirtió que la principal preocupación es que los padres lleven a los hijos para administrarles las cuatro dosis necesarias espaciadas en el tiempo. «Si no se administra la cuarta dosis, la eficacia de la vacuna cae a cero», dijo. En este sentido, Abramson reconoció también que el camino va a ser difícil, pero argumentó que es necesario tener «nuevas herramientas» para luchar contra la malaria. Mosquiteros e insecticidas La enfermedad se desarrolla especialmente en África subsahariana, donde el parásito mata en promedio a 1.200 niños diarios. La fabricación de la vacuna en el laboratorio GlaxoSmithKline se hace con financiación de la Fundación Bill y Melinda Gates. El Mosquirix es la primera vacuna antipaludismo en llegar a la fase III de las pruebas clínicas, la etapa final antes de la autorización para la comercialización. Ante la falta de un tratamiento farmacológico preventivo, los mosquiteros y los insecticidas son actualmente las mejores formas de luchar contra la enfermedad. «Los mosquiteros solos no pueden hacer el trabajo», dijo Abramson. GSK dijo que mientras dure el estudio, la vacuna estará disponible a un precio que no busca obtener beneficios, de 5 dólares por dosis, es decir 20 dólares para todo el tratamiento.

Fuente: Estampas.com – 15/12/2015